Estos días fríos, de temperaturas cercanas a cero grados, con lluvia, nieve y vientos racheados de
70 km/hora, me he visto sorprendida pensando en boda. No, no en la vía, sino en la que asistiré como invitada. Aunque ya he hecho el diseño y parte de la prueba de un vestido para la madrina de esta ocasión no siquiera había caído en la cuenta del poco tiempo que tengo para decidirme sobre qué tipo de vestido me gustaría llevar. Desde luego sé que será corto para poder lucir uno de mis tocados, pero no tengo ni idea de qué color llevar. Es una boda sencilla, la novia y las madrinas llevan vestidos de inspiración helénica, será en una terraza ajardinada... Tengo tantas cosas en la cabeza ahora mismo que creo que voy a empezar la casa por la ventana... ¿elijo primero los zapatos? ¿llevaré unos pump negros o unas sandalias de tacones imposibles y de colores ácidos? ¿Me hago un tocado y después diseño el vestido que le vaya? A esto he estado jugando esta fría mañana mientras me cambian las tres puertas del salón que, dicho sea de paso, dan a la calle. He buscado en la red qué vestido me gustaría para cada uno de mis tocados y este es el resultado:
Para este tocado clásico pero a la vez llamativo he buscando un vestido sencillo y elegante para dejar todo el protagonismo al peinado y el tocado.
Llamativo y voluminoso así que vestido sencillo con unos toques dorados y clutch a juego
Tocado con mucha personalidad para un vestido con un toque retro y naif
Tocado con exceso de fantasía con mariposa verde y láminas en oro
Tocado en flores de seda y swarosky para un vestido con pedrería
¿Y tú?
¿Ya sabes lo que te pondrás en la boda?
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